Cap-7                 Luz y misterio, todo en uno…     
Blong
Sonó la BlackBerry en el cuarto y Sofía salió casi disparada a buscarla. Toma, me dijo al traerla, mírala y contesta. A lo mejor es de la persona que venía dentro de ese saco. Sí, yo también creí que eso desvelaba un sentimiento parecido al de los celos, pero Sofía había sido muy clara, llevaba más de cuatro años sin ser mi pareja y asegurando que no volveríamos a serlo (aunque a menudo se comportase como si lo fuéramos)…
Se la pasé y le dije que me la desbloquease, lo cual hizo sin modificar la mueca seria e inquisidora.
Miré los mensajes, los primeros eran de Bea explicando que iría antes, que estaría menos tiempo, los otros eran de Sofía, que llegaría más tarde. Y luego estaban algunos mensajes de Isa y del número desconocido que había usado Luz para pedirme que no contase nada.
Isa me preguntaba por la fiesta, era una pregunta general, sin nada que pudiera resultar extraño. De modo que le respondí que bien, que todo genial, que ya había conseguido recogerlo todo gracias a Bea y a mi BAE. Que había sido una experiencia genial y que ahora me tocaba terminar el reposo. Se alegró de ello y me felicitó por la casa, me dijo que le había gustado mucho la casa y la decoración de las paredes, lo cual le agradecí. Y pese a que resultase brusco le dije que ya le contaría lo de las paredes en otro momento y me despidí.
Sofía no dejada de mirarme… y yo le iba contando lo de Isa a medida que lo iba haciendo.
Pasé a los mensajes de Luz.
«Quiero verte.»
«Me he dejado el disfraz, me lo llevo cuando vuelva a verte.»
«Hoy salgo del entrenamiento muy tarde, pero me gustaría pasar a verte.»
«Espero que no estés enfadada, quiero hablar contigo y explicarte.»
«¿Te he dicho ya que quiero verte de nuevo?»
«Espero que tu silencio sea equivalente al tiempo que estás durmiendo y que no te dejé… cuando despiertes, contesta.»
«¿Necesitas que vaya ayudarte a limpiar lo de la fiesta?»
Miré a Sofía. Le dije;
– Voy a contestarle a la dueña del disfraz que puede venir a buscarlo cuando quiera, me ha mandado algunos mensajes, diciendo que igual viene esta noche al salir del trabajo.
No te puedo contar nada más, esta noche hablaré con ella, a ver por qué me ha insistido en que no contase nada. Cuando pueda, eres la primera a la que se lo cuento. De verdad.
Y entonces Sofía se calmó, me sugirió ir al dormitorio, para que me metiera en la cama, le hice caso, ella se quedó a esperar que terminase la secadora y luego trajo las sábanas y la ropa a mi habitación para doblarla y guardarla. Desde mi transición había sido muy selecta con a quién dejaba ver mi ropa y muy celosa de esconderla para que nadie la viera. Por eso usaba secadora, entre otras cosas, para evitar tenderla y exhibirla.
Me estoy refiriendo entre otras cosas a mi ropa interior… esa que voló por el aire y por el suelo de la habitación esta noche pasada.
Sobre las 23:30h estuve cenando algunas cosas en la cocina y entonces me escribió un mensaje Luz.
«Salgo ahora del entrenamiento, voy para ahí, tengo muchas ganas de verte.»
Usé la BlackBerry con celeridad para contestarle que no timbrase, que se situase bajo mi ventana y le dejaba caer las llaves para subir.
(Continuará…)
«Hay una luz en el baño»por Antía Trans

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