Comienzo esta pagina pensando, “es hora de empezar con unas letras el camino que quiero que marque mi vida”. El camino de ser escritora, de escribir utilizando todas las letras imaginadas, imaginables o inventadas para logar comunicar aquello que quieres decir. Es una senda ardua, llena de sinónimos y antónimos, de sintaxis y de gramática, de sonidos y fonemas que son su representación escrita.Pero es un camino muy bonito también.
Para mí, la mejor fecha para empezar algo, suele ser un día redondo. Un día que empiece algo, como los lunes, los primeros en la semana. O el día uno de cada mes. O los días en los que hay un solsticio en donde una estación cambia a otra. Antiguamente un solsticio era un momento de magia, de sorpresas, de hechizos y encantamientos. Era una noche especial donde el sol y la luna se conjugaban para marcar el inicio de una nueva temporada o época en el ciclo de la vida. La primavera es la vida, el verano la alegría, el otoño la melancolía y el invierno la muerte.
Y los días 1º de cada mes comparten algo de esa magia. Ya que el proceso es el mismo, se cambia de un mes a otro, se inicia otros 30 días de tu vida… Así que por eso, la madrugada del 30 de abril, me senté frente al teclado para iniciar en esta fecha un nuevo proyecto, el de iniciarme en el camino del escribiente, y paso a paso, ir juntando las palabras para formarme como tal.
Decidí empezar con un diario, pero al rato rechace la idea. Al iniciar algo, los sabios aconsejan hacerlo paulatinamente, ir acostumbrándonos a la acción para que llegado un momento la sintamos como propia. Entonces se me ocurrió escribir semanalmente. Intente buscarle un nombre, y surgió el de diario semanal. Muchos libros empiezan con el consabido “querido diario” pero… ¿y si no voy a escribir a diario?, ¿Qué hago? Pues decir “buenos días, querido semanal”, me contesto a mí misma. Buenos días, querido semanal. Semanal, semanario, esta palabra suena muy rara, suena a un periódico. No me convencía, sonaba muy extraño a mis oídos. Busque otra palabra que me sonara más familiar, y encontré un término en ingles que me parecío bastante adecuado; weekly. Significa “algo que se hace una vez a la semana”. Justo lo que yo quería, escribir una vez a la semana, sobre cosas que me habían pasado, o que había pensado o sentido a lo largo de esos 7 días. . .Al ponerle un nombre familiar a algo que nos suena desconocido, lo adoptamos como nuestro y así podemos sentirnos cómodos con ello.
Entonces, hoy me encuentro a punto de narrar un relato, en el que se entrelazaran miles de situaciones, historias, cuentos, pensamientos no solo sobre mi vida, sino también sobre personas o cosas que giren en torno a ella. Y se sabe que la mejor manera de empezar algo es con un saludo, asi pues… Buenos noches, weekly.
Normalmente al empezar a narrar una vida se empieza por los progenitores, por la ciudad donde vives, describir el entorno ,las personas cercanas, el lugar de nacimiento, y demás datos personales ¿no? Pues como sé que nadie leerá esto, voy a omitir algunas cosas para ahorrar esfuerzos, porque yo ya sé que mis padres son extranjeros, que tengo muchos hermanos, que vengo de una familia muy religiosa, y que en mis diecinueve años de vida tengo historias para llenar 2 o tres libros. Y también sé… que soy lesbiana.