Cap-14 Are you ready for this?                                                                                          
Salí a la calle a correr con un Mp4 que había dejado Luz en la mesa de centro del salón, me puse mis auriculares y le di al “Play” a ver… comencé a correr despacio, esperando que sonase algo, y tardó en empezar a sonar. La primera pista musical fue “Get ready for this!” de 2Unlimited y me vino bien para ir apretando el ritmo y centrarme en correr y respirar.
Corrí durante algo menos de media hora, desde mi casa hasta el paseo marítimo, mi idea era llegar a la Playa del Crepúsculo y darme la vuelta. Primero recorrí la mitad de la Avenida de la Felicidad, hasta la Glorieta de la Tolerancia, bajé por toda la Ronda de la Armonía, llegué hasta la Ronda de Educación, que rodea Ciudad Escolar, y en la Plaza de las Gaviotas empecé a recorrer el paseo marítimo de Riazor, Orzán, Surfistas y Crepúsculo. Pero iba tan enfrascada en la música, toda tan apropiada, digna de una sesión de entrenamiento duro, que me pasé la Playa del Crepúsculo y seguí, pasé el Aquarium Finisterrae y el CIFP Ánxel Casal. Tampoco entonces paré, estaba llegando ya a la Ciudad Deportiva de la Torre cuando una canción se cortó a medias y empezó un silencio con ruidos e interferencias.
Una voz femenina, que luego me di cuenta que era la de Luz, decía… voy a probar, ahora, a ver si conectando estos auriculares del teléfono al chisme este puedo grabar mi voz, porque esto tiene un botón de grabar.
Paré, no pude seguir corriendo… quise centrarme en escuchar lo que decía Luz.
– He estado pensando muchas noches cómo hacer esto, desde que empezamos a conocernos, desde la segunda noche, la verdad es que no sé el momento exacto en el que empecé a pensarlo. Este verano no voy a competir, quiero tomarme un lapso de tiempo, quiero centrarme en construir una relación entre nosotras. Tú no lo sabes pero yo sentí un flechazo enorme cuando te conocí en la prensa. Me pareciste la persona más maravillosa del mundo y como decían en la Voz de Galicia que… y sé que esto no te va a gustar, no estabas operada… pensé automáticamente, sin pararme a pensar en nada más, ni en el tratamiento, ni en ninguna otra cosa, porque la verdad es que yo de transexualidad creo que no había oído hablar en mi vida. Pensé en que podías ser la madre que andaba buscando para tener un hijo. Ya te dije que mi madre insiste mucho en que le dé un hijo y, sinceramente, leí en tus entrevistas que querías ser madre. En Público.es dijiste cosas muy bonitas a cerca de lo que les dirías a tus hijos, aunque no los gestaras. Y yo puedo gestar, bueno, eso creo… no estoy segura de nada, la verdad. Porque, claro, primero tendría que hablar con mi familia, con mi madre, no creo que se lo diga a nadie más, pero es que hasta que encuentre las palabras adecuadas para decírselo a ella, no sé el tiempo que pasará. Yo estoy muy feliz y no quiero dejar pasar más tiempo, sinceramente, creo que estábamos predestinadas a encontrarnos y ahora que estamos juntas sería absurdo dejar pasar más tiempo. No se me ocurre ni una sola causa, razón o motivo para dudar de lo que hay entre nosotras… de modo que he estado pensando en escribirte una carta, pero todavía no tengo claro qué te voy a escribir, sabes que hablar no me importe, pero escribir no se me da nada bien. Y yo no me atrevo a hablarte de esto cuando me estás mirando. Lo he intentado cuando duermes y parece que te removieras en cuánto digo lo de que me fecundes para que yo sea la gestante. He probado varias veces y se supone que estabas dormida, aún así tienes reacciones extrañas. No sé… lo que yo no quiero es asustarte y que salgas corriendo. Que te parezca una idea alocada y descabellada, o peor aún, que se te ocurra que es un motivo para que dejemos de estar juntas. Supongo que una vez dicho sería muy difícil que lo ignorases si no estuvieras de acuerdo. Yo no he dicho nada a mi entrenador, de momento sigo entrenando a tope, pero ya he boicoteado mi inscripción en el torneo de verano, y de cara a la siguiente temporada deportiva he consultado en la compañía de seguros de la federación, como si fuera algo que tuviera que ver con mi trabajo, y retirarían la cobertura deportiva en caso de embarazo, tal como me imaginaba. Pero mi empresa me ofrece más horas de trabajo durante los primeros meses y estabilidad para después del parto, con toda clase de facilidades para reducción de jornada y permisos de maternidad y lactancia. Pero no puedo hacerlo sola, no sin ti, mi niña. Te quiero mucho y te necesito. No sabes cuánto.
(Continuará…)
«Hay una luz en el baño»por Antía Trans

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.