Cap-13 La oferta del súper…                                                                                              
Helena me dijo: “…esperaba poder llamarte… de hecho hoy tengo 1h libre entre el turno de mañana y el de tarde. Y mañana estoy de mañana y salgo a las 15h. Si te parece bien quedar, con que estés en la puerta, a las 15h, hoy o mañana, ya hablamos.”
¿Realmente qué iba a hacer, acaso tenía que pensarlo, era real mi duda, qué me estaba pasando? ¿Qué estaba pasando por mi cabeza, y en mi corazón?
No sé qué era lo más absurdo, estar pensando en aceptar la oferta que me había hecho en el súper la cajera, o que hiciera más tiempo que Helena estaba en mi vida. Y sin embargo Luz había eclipsado totalmente su recuerdo y su atractivo en estas semanas que llevábamos juntas, desde carnavales hasta Primavera. Es más, la había oído hablar por teléfono con su madre de sus planes para Semana Santa, iba a viajar con sus padres, y me dijo que quería invitarme a que yo fuese al mismo sitio por separado y que pudiéramos encontrarnos a escondidas.
Si me paro a pensarlo, la verdad, no tiene sentido alguno que exista alguna duda, con Helena nunca iba a haber el mismo entendimiento que con Luz. Pero nunca me ha gustado descartar un reto sin haberlo intentado, nunca he descartado un piso sin haber ido a verlo, nunca he comprado un coche sin haberlo probado, pero ahora no estábamos hablando de nada que se pudiera asemejar a estas cosas. Los ejemplos estos no me servían de nada. En ese momento me di cuenta de algo, yo nunca había sido “novia” de alguien… hasta esa fecha mis relaciones nunca habían sido sinceras como esta. Qué sentido podía tener comparar aquellos años en los que yo luchaba por ser “el novio perfecto” de unas chicas que aspiraban a estar con un chico, pero estaban con una chica transexual. No, la verdad, ninguna de aquellas experiencias tenía parangón, no digo que no tuvieran valor, eran válidas como experiencias, eran vivencias que no iba a borrar y de las que no renegaba, pero tampoco tenía nada que ver todo aquello con toda mi vida actual. No…
Luz era, después de Sofía, la mujer más importante de mi vida. ¿Qué importancia iba a concederle a Helena? Aún así yo quería ir a la cita de las 15h. de mañana. Pero no sabía exactamente a qué, porque ya no tenía sentido, es decir, no mucho, la verdad. Nunca había soñado con Helena, ni tan siquiera antes de conocer a Luz, y con Luz dormía casi todas las noches, y cuando no dormíamos juntas mis sueños eran siempre con ella. En sueños confieso que incluso llegábamos a mantener relaciones sexuales, eran sueños muy intensos, en los que he llegado a sudar y a despertarme sorprendida del elevado contenido erótico del mismo.
La sola duda me hacía sentir la culpabilidad de quien ha delinquido, algo así como si fueras culpable sólo por haberlo planificado. Era una sensación horrible. No sabía cómo salir de aquella tesitura, la vela iluminando la camiseta de Óscar Sierra esta vez no me inspiraba nada, era como si sus efectos tuvieran sólo que ver con el deporte. Cuando reflexiono sobre temas deportivos, esta camiseta siempre me inspira una solución y resuelvo la duda en muy breve espacio de tiempo. Pero en temas emocionales se ve que no me iba a inspirar por medio del primer deportista transexual…
Soplé sobre la vela y dejé que la oscuridad volviera a llenar el baño, era agobiante sentirme sin luz en el baño. ¿Sin luz, o sin Luz?
Recogí todo, volví a colgar el marco en la habitación de invitados y dejé el casco en la estantería del salón. Salí a la calle a correr con un Mp4 que había dejado Luz en la mesa de centro del salón, me puse mis auriculares y le di al “Play” a ver… comencé a correr despacio, esperando que sonase algo, y tardó en empezar a sonar. La primera pista musical fue “Get ready for this!” de 2Unlimited y me vino bien para ir apretando el ritmo y centrarme en correr y respirar.
(Continuará…)
«Hay una luz en el baño»por Antía Trans

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