Hoy os quiero hablar de una serie ambientada en una cárcel de mujeres. No, no es ‘Vis a vis’. Estamos a la espera de su cuarta temporada. No, no es ‘Orange is the new black’. ¿Entonces? Pues resulta que la moda carcelaria no proviene de los Estados Unidos, sino de Australia.

Sí, el país de los canguros y los koalas, también tiene sus tramas carcelarias. Allá por mayo del 2013, Soho comenzó con la emisión de una serie de bajo presupuesto, que ha ido ganando seguidores, y ampliando tanto su elenco como la calidad de sus guiones.
Wentworth, comienza con el internamiento de Bea. Madre, pelirroja, perteneciente a la clase media, que, por una serie de circunstancias que no desvelaré, termina encerrada con asesinas, alcohólicas, drogadictas, y demás habitantes del Sistema Penitenciario australiano.

Pero, al tema, ¿hay andamieras en esta serie? ¡Pues claro! Como toda prisión que se precie, tiene su «andamiera mayor», Franky, una cocinera con problemas de ira, y, a mi parecer, sumamente atractiva. 
Junto a Bea, Franky, Liz, Doreen, Boomer y el resto de presidiarias, descubriremos sus delitos, sus miedos, sus vidas, tanto dentro como fuera de la cárcel. Como no puede ser menos, cada temporada traerá a un malo malísimo, que nos deleitará con sus maquiavélicos planes, para hacerse con el poder.
¿Por qué ver esta serie? Es difícil explicarlo sin destripar ninguna trama, tan solo os diré que, aunque cayendo en clichés carcelarios, los guionistas de Wentworth saben mantenernos con la tensión a flor de piel. Y por ver los tatuajes de Nicole Da Silva (Franky), que a mí me ha tenido con la mirada en la pantalla en todo momento. Y, a riesgo de ser linchada, en mi humilde opinión, en una batalla entre OITNB y Wentworth, la primera solo ganaría la batalla en su primera temporada.

La cárcel está de moda

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.